Gloria Fortún, traductora y escritora, ha prologado Sapphic Fire: Guía de sexualidad entre mujeres, de Thais Duthie, Paula Alcaide, Espe López y María Torre Gómez.
Sapphic Fire sale a la venta el 1 de junio.
Las mujeres tenemos sexo entre nosotras y también, faltaba más, con nosotras mismas. La forma en que disfrutamos de nuestros cuerpos es tan diversa como lo son estos. Gordas, trans, altas, con discapacidad, cis, delgadas, jóvenes, femmes, bajas, mayores, butch, con dos pechos o con uno… la lista es infinita, pero compartimos la herida de una sexualidad invisibilizada o tergiversada para el disfrute de los consumidores de una pornografía machista y explotadora. La vida en una sociedad patriarcal y heterosexista hace que experimentar nuestra sexualidad en toda su plenitud resulte un desafío para las lesbianas y demás sáficas. Esta guía sin pelos en la lengua, pero al mismo tiempo amable y libre de prejuicios, era necesaria, ya tardaba, tenía que existir y la recibimos como a esa nueva amiga ante la que nos preguntamos: ¿pero cómo no te he conocido antes?
Es verdad, los tiempos han cambiado. Cuando yo salí del armario en los años noventa, el lesbianismo velado de Idgie en la película Tomates verdes fritos era de los pocos referentes que teníamos. Nos encontrábamos en bares con nombre de secreto —Truco, Escape, Sutilezas— y utilizábamos palabras clave como el verbo «entender». Pero las cosas no son más sencillas en la era de las apps para ligar y las series inclusivas. Seguimos adoleciendo de los conocimientos que pueden permitirnos ejercer un autocuidado consciente y lograr placer en nuestros momentos sexuales. Nos hacía falta un libro como este, que tiene en cuenta todo lo que se ha obviado en nuestra educación sexual, pero que está escrito de forma amena y cercana, que recoge la historia de nuestro deseo y explica, con un enfoque holístico, cómo son nuestros cuerpos y la forma en que nuestros ciclos y nuestra salud inciden sobre nuestra sexualidad.
Las cuatro autoras de Sapphic Fire —Paula Alcaide, Thais Duthie, Espe López y María Torre Gómez— han puesto sabiduría, cariño y un llamativo empeño en no dejarse nada ni a nadie fuera de este libro. Después de todo, no nos han enseñado a ser sáficas. La mayoría de nosotras no hemos crecido con otra versión que no fuera la de «la semillita», la de «a chico le gusta chica» o la del meloso amor romántico de las películas de Hollywood. Autodidactas, hemos hecho lo que hemos podido, y es de agradecer que también en esto, como ha ocurrido en tantos aspectos de nuestra vida, podamos enseñarnos unas a otras. Porque también tenemos sexo. Sexo con nuestras novias, amantes, ligues, en grupo, ruidoso, romántico, raro, entre risas, con un succionador o con un látigo. Y nos encanta. La información empodera. Dar nombre a las cosas empodera. Saber que no estamos solas empodera. Gozar empodera. Esta guía proporciona información, lenguaje, sororidad y, por supuesto, un montón de consejos para que palpitemos juntas y en soledad.
Considero importante insistir en la forma en que Sapphic Fire celebra la diversidad: para empezar, esta guía está escrita en un lenguaje inclusivo para todo tipo de feminidades y habla de sexualidad en todas las épocas de nuestras vidas: climaterio, maternidad, transicionando… Rompe con los manidos estereotipos del sexo lésbico y nos alienta a gozar de nuestros cuerpos, explorando el deseo en todas sus manifestaciones y también en los distintos estados emocionales en los que nos podamos encontrar según nuestro momento vital, siempre poniendo el énfasis en el cuidado, el respeto y la no violencia. Aquí se trata la sexualidad desde una perspectiva no heteropatriarcal, se desmontan mitos y, como no podía ser de otra manera, se detallan prácticas no normativas tales como las no monogamias, el BDSM, el sexo en grupo o la pornografía feminista. Con recuadros que destacan ideas importantes, un detallado índice para buscar aquello que nos interesa en un determinado momento y una maravillosa sección de preguntas frecuentes que muchas veces no nos atreveríamos a formular a nadie más, estamos ante un libro que siempre conviene guardar cerca.
Nuestras sexualidades y fantasías están limitadas por aquello que sabemos que es posible, aquello para lo que se ha puesto palabras. El libro que tenemos entre las manos nos permite conocer nuestros cuerpos, desmontar mitos, liberarnos de la visión falocéntrica del uso de nuestros genitales, aprender vocabulario que nos concierne como el de las ETS o el de nuestra anatomía, saber cómo cuidar nuestros cuerpos, acabar con conceptos machistas como la virginidad, leer sobre tabúes, informarnos acerca de la reproducción asistida y disfrutar de ese órgano que sirve exclusivamente para dar placer y del que tan poco se sabe, el clítoris.
Sapphic Fire transmite dos ideas que la convierten en una guía para todas: la primera, que el sexo entre dos mujeres no solo se practica entre lesbianas. Otras feminidades que pueden no identificarse como lesbianas lo practican: bisexuales, pansexuales, queer… e incluso heterosexuales, ¿por qué no? La segunda idea es que el acto sexual significa cosas distintas para cada una de nosotras. Liberadas, afortunadamente, de la limitada visión del sexo como penetración, aquí encontraremos las distintas prácticas de nuestra maravillosa diversidad.
Las mujeres vivimos en una sociedad que nos ofrece una visión prejuiciosa y machista de nuestra sexualidad. Por una parte, nos sexualiza para convertirnos en objetos de consumo capitalista con cuerpos imposibles de alcanzar, y por la otra, nos exige ser puras, virginales, sin autonomía ni deseo sexual. El único acto sexual que parece aceptable es el heterosexual entre personas cisgénero. Sapphic Fire nos recuerda algo fundamental: podemos buscar el sexo que más deseamos tener, podemos escoger con quién o quiénes deseamos tener relaciones sexuales siempre que sea una decisión de todas las partes, podemos decidir no tener sexo o gozar de este cuando queramos y con la frecuencia con la que queramos. Somos dueñas de nuestro cuerpo y de nuestro deseo y tenemos derecho a gozar de ambos cualquiera que sea nuestra corporalidad y a cualquier edad.
Así que adelante. Buen sexo para todas. Que vuestro deseo se haga realidad.
Gloria Fortún