Cristina C. Jurado
Nació cerca de Barcelona en 1997. Actualmente es ilustradora y estudiante de cómic. Pese a su elección de estudios la escritura ha tenido un lugar especial en su corazón desde que era muy pequeña. La lectura lleva siendo su vía de escape desde prácticamente el momento en el que supo leer. Piensa que todos tenemos una historia que contar y está dispuesta a esforzarse para que el mundo oiga las suyas sin importar el formato en el que se encuentren.
Sinopsis
La amistad de Lottie y Eleanor, al igual que sus sentimientos, se remonta a varios años. En la actualidad son más que amigas, aunque siguen manteniendo el contacto a través de cartas. Ambas saben que esa es la mejor manera que tienen de poder hablar libremente de sus sentimientos sin levantar sospechas en sus entornos. Ser damas nunca ha sido fácil para ellas, pero se tienen la una a la otra. Eso siempre había sido suficiente, pero ¿qué pasaría si un día dejara de serlo? ¿Podrá su relación aguantar la presión de las expectativas de sus familias y la sociedad?
Clywd, Gales, 20 de mayo de 1861 Querida Lottie: Encontrarte anoche en la fiesta de Grace fue lo mejor que me ha sucedido esta semana. Ibas preciosa con el vestido verde, ese que hace que tus ojos parezcan aún más brillantes. Cuando vi que llevabas el lazo blanco que te regalé por tu cumpleaños tuve que esconder la sonrisa tras el abanico, o estoy segura de que mis padres me hubieran descubierto. Más tarde, cuando por fin pudimos sentarnos a hablar, estuve muy feliz. Incluso Jane nos dio un poco más de tiempo juntas cuando se llevó al caballero que te rondaba a la pista de baile. Me alegra mucho que tu hermana nos apoye, no sé qué haríamos sin su ayuda. El motivo por el que me separé de ti sin avisar fue porque mi padre me llamó para presentarme al hijo de un conde, un buen amigo suyo. No me interesaba nada, pero fingí para que no empezara una discusión. ¿Sabes eso que siempre hago de esconderme tras mi abanico para que no me vean con expresión aburrida? ¿Eso que tú dices que se me nota demasiado y te hace reír? También lo hice. Siempre funciona; entienden mi gesto como timidez y me dejan marchar. Por desgracia cuando volví al asiento que compartíamos estaba vacío. Me asusté pensando que algo te había sucedido, pero solo hasta que Jane me señaló la pista disimuladamente, donde te encontrabas dando vueltas sin parar entre los brazos de un extraño. Con el cabello y la falda flotando a tu alrededor parecías un ángel. Poco después me tuve que marchar, y ni siquiera me pude despedir de ti. No puedo evitar tener miedo cuando un hombre está cerca de ti. Sé que me quieres, y yo también te quiero a ti, pero a veces siento que eso no es suficiente. Que nos separaremos porque yo no te puedo ofrecer nada más que a mí misma. Nunca nos permitirán estar juntas, no puedo darte un hogar, estabilidad. Y eso me aterra, pensar que no estemos juntas es lo que más miedo me da. Porque podría soportar cualquier cosa menos separarme de ti. Ojalá estuvieras ahora junto a mí. Tus abrazos y palabras siempre logran calmar mis miedos, ya lo sabes. Espero que nos veamos pronto. Siempre tuya, Eleanor *** Clywd, Gales, 23 de mayo de 1861 Estimada Eleanor: Sé que nos vimos hace tan solo un par de días, pero cada instante que paso lejos de ti me parece una agonía. Me muero de ganas por estrecharte entre mis brazos una vez más y ayudarte a calmar tus miedos. Si todo va bien eso será posible pronto, pues mi madre le ha enviado a la tuya una carta para que vengáis a tomar el té con nosotras de aquí a dos días. Estoy segura de que querría que vinieran los gemelos, creo que quiere que alguno de los dos me corteje… Y puede, y solo puede, que yo la haya animado a que lo hiciera solo para poder verte. Además, recuerdo que la otra noche me dijiste que tus hermanos se marcharían con tu padre a la ciudad para aprender sobre los negocios familiares. Sabes que me caen muy bien tus hermanos, pero prefiero pasar el tiempo contigo sin interrupciones. Jane me ha prometido que cuando vengáis nos ayudará a escapar de las miradas de nuestras madres, ¡incluso tiene un plan para que podamos estar solas! Dice que, si funciona, nos dará tan solo unos minutos, pero por ahora eso me es suficiente. Realmente agradezco que mi hermana nos ayude, es un ángel. Últimamente, padre me ha dejado tranquila con el tema del matrimonio. Aunque no me guste nada creo que ayudó que en la fiesta de Grace bailara con algunos de los caballeros. Creo que eso lo tranquiliza un poco, pero temo que siga presionándome con el tema del marido… No, Eleanor, para. Sé que ahora mismo estarás pensando en todo lo que podría ir mal, en todo lo que podría separarnos y no quiero que te sientas mal por ello. Sabes que yo nunca te abandonaría por voluntad propia, que no lo haré, así que detente. Todo va a ir bien, estaremos bien. Y lo más importante, estaremos juntas. Con cariño, Lottie *** Clywd, Gales, 28 de mayo de 1861 Querida Lottie: Siento haber tardado tanto en escribir, pero padre y los gemelos acaban de volver. No te imaginas lo insoportable que está Edric últimamente. Hasta Matthew lo ha tenido que admitir, y mira que él aguanta todas las tonterías de nuestro hermano sin pestañear. Dice que está así porque ha conocido a una muchacha en la ciudad ante la que ha caído rendido. Edric solo ha sonreído con malicia cuando se lo he preguntado, así que me lo tomaré como que es cierto. Cuando le he preguntado a Matthew si él había conocido a alguien se ha puesto muy rojo. Para que no hiciera más preguntas me ha ofrecido trenzarme el cabello. Sabes lo bueno que es, así que no he podido decir que no. Mientras me peinaba me ha preguntado por ti. No me ha hecho ninguna gracia, pero he sido buena y le he contestado bien. Sé que tú crees que no le interesas, que es simple cortesía, pero yo no estoy tan segura… Le he contado que madre y yo fuimos a tomar el té con vosotras hace unos días. Por supuesto no he entrado en detalles. Quiero mucho a mi hermano, pero sería incapaz de confesarle que nos besamos. Si cierro los ojos todavía recuerdo el tacto suave de tus labios sobre los míos. El cómo me mirabas con expresión avergonzada cuando nos separamos. Jane fingió no darse cuenta cuando volvió a la habitación cargando las galletas, pero nuestras manos siguieron entrelazadas durante toda la tarde. Si pienso en ese día todavía se me escapa la sonrisa. Desearía que siempre fuera así, aunque sé que es imposible. Mi madre quiere devolver la invitación a la tuya, aprovechando que los gemelos se quedarán en casa un par de semanas antes de volver con padre, así que espera noticias pronto. Saluda a Jane de mi parte, por favor. Siempre tuya, Eleanor *** Clywd, Gales, 12 de junio de 1861 Estimada Eleanor: Todo ha sido un desastre estos días, pero por fin Jane parece empezar a recuperarse. He estado aterrorizada… Creía que perdería a mi hermana… A estas alturas mi madre debe habérselo contado a la tuya. Siento que sepas lo que ha pasado así y no en respuesta a las cartas que me enviaste, pero no tenía fuerzas para escribir. El doctor dice que lo peor ha pasado, que ahora solo necesita reposo. Quiero creerlo, pero por si acaso no me separo de ella aún. Estaba tan pálida y consumida, Eleanor… He leído todas tus cartas, pero no he tenido ánimos para responderlas. Espero que lo entiendas y no te enfades. En casa las cosas han estado muy ajetreadas por la enfermedad de Jane. De hecho, estoy escribiendo mientras duerme, en el primer respiro que he tenido desde que empezó todo. Temo que, como otras veces, despierte en poco tiempo empapada en sudor y tenga que dejar de escribir. Prometo que cuando todo se calme iré a verte. Apenas he dormido, pero tampoco soy capaz de hacerlo. El otro día escuché a mi padre discutir con mi madre. Quieren que me case cuanto antes para no tener que alimentar una boca más, pero ahora es imposible. Hasta que Jane no esté mejor no saldremos de casa, lo cual me da algo más de tiempo. No te alarmes por la mención de la boda, pues sé que no tienen ningún pretendiente por ahora. Sé que esta carta es horrible y lleva muchas malas noticias, pero, por favor, intenta mantener la calma. Cuando todo se tranquilice hablaremos de esto, sé que juntas encontraremos una solución. No te lo he dicho mucho, pero aprecio que siempre me ayudes y estés conmigo. Soy muy afortunada, Eleanor. Gracias. Con cariño, Lottie *** Clywd, Gales, 14 de junio de 1861 Querida Lottie: En cuanto leí tu carta no pude evitar la necesidad de verte. No quería dejarte sola en esta situación. Convencí a mi madre para ir a hacerte una visita, aunque para ello tuve que pedirle a Matthew que me acompañara. Por suerte él decidió ayudarme al ver lo importante que era para mí. Antes de salir me dijo que nos acompañaría un amigo suyo, con el que nos encontraremos a medio camino. Escribo esto solo para avisarte de que vamos a ir. Probablemente cuando leas esto ya estaremos de camino a tu casa. Como viene mi hermano podré quedarme allí unos días. Te ayudaré a cuidar a Jane. Te cuidaré a ti. Por lo que has dicho necesitas descansar con urgencia. Te imagino ahora con el ceño fruncido, pero no servirá de nada, porque también sé que cuando llegue a tu casa habrá sombras oscuras bajo tus ojos verdes. Sabes que no servirá de nada discutir conmigo, sabes que no funcionará porque siempre te quejas de mi tozudez. Además, tú estás más cansada, lo que me da clara ventaja. Lo mejor será que te rindas y aceptes mi ayuda. En el fondo sabes que eso es lo mejor. Y no solo porque yo lo diga, sino porque necesitas compartir con alguien todo el peso que cargas sobre tus hombros ahora. Y yo estoy para eso. ¿Recuerdas?, juntas para todo. Espero que pese a toda esta situación te haga feliz que nos veamos, aunque sea un poco. Solo con eso ya será suficiente para mí. Recuerda, pronto estaré contigo, no estás sola. Siempre tuya, Eleanor *** Clywd, Gales, 30 de junio de 1861 Estimada Eleanor: Acabas de regresar a tu hogar y ya estoy deseando tenerte a mi lado de nuevo. Las semanas que has pasado a mi lado me han hecho mucho bien… Como no parabas de repetir: necesitaba descansar. Y eso solo ha sido posible porque has cuidado de mi hermana también, y te lo agradezco muchísimo. No sé si te imaginas lo en calma que se ha quedado mi corazón al comprobar que Jane despertaba. La recuperación sigue siendo lenta, pero al menos empieza a comer. Gracias al Señor, las discusiones en casa también se han calmado. Padre ha vuelto a trabajar y madre parece recompuesta, con lo que vuelve a ocuparse de la casa. Lo cierto es que la normalidad me supone un inmenso alivio… Me alegró ver cuando viniste que el amigo de Matthew no intentaba nada contigo. La verdad es que temía que aprovechara el tiempo que habéis estado aquí para intentar ganar tu corazón. Si así hubiera sido, no sé si podría haberme mantenido callada. Por suerte se mantuvo alejado de nosotras y no pasó nada. Aunque tampoco parecía demasiado interesado, parecía que le bastara estar al lado de tu hermano en todo momento para estar tranquilo. ¿Crees que ellos tienen lo mismo que tenemos nosotras? Sería un alivio que alguien de tu familia nos apoyara también. Nada podría hacerme más feliz, y sé que a ti también te haría feliz. Espero que la vuelta a casa fuera bien. Intentaré ir a visitarte en cuanto Jane esté recuperada completamente. Me gustaría poder ir sola, pero lo más seguro es que mi hermana me tenga que acompañar. Aunque quiero que sepas que cuando he hablado de la visita con ella simplemente ha sonreído y me ha dicho que tratará de dejarnos a solas como agradecimiento por haberla cuidado. Cuando te llegue esta carta estaremos más cerca de encontrarnos de nuevo. Con cariño, Lottie *** Clywd, Gales, 8 de julio de 1861 Querida Lottie: Tengo miedo. No sé qué hacer. Estoy desesperada. No puedes venir a mi casa, no ahora. Cuando volví de visitaros mis padres me esperaban con una carta en las manos. Me dijeron llenos de ilusión que había un muchacho de buena familia interesado en mí. El hijo mayor de aquel conde amigo de mi padre quiere venir a pasar unos días con nosotros. Dicen que si todo va bien, nos desposaremos en otoño. En ese momento sentí como si todo el aire escapara de mis pulmones. Edric se burló de mi reacción confundiéndola con ilusión. Por suerte Matthew supo ver que necesitaba calma y me acompañó a mi habitación alegando que estaba demasiado cansada como para mantener esa conversación en aquel momento. En cuanto mi hermano me sentó en la cama no pude evitar ponerme a llorar. ¡Es tan injusto que decidan mi destino sin darme la posibilidad de elegir! Matthew entendió al instante lo que sucedía. Me dijo que lo sospechó cuando estuvimos en tu casa. Que la manera en que tú y yo nos miramos es la misma manera en la que él y Pierce, el chico que vino con nosotras a tu casa, se miran. Me abrazó hasta que no quedaron lágrimas en mi interior y prometió que me ayudaría a buscar una solución. Hace dos días vino Gabriel, mi pretendiente. Tener que fingir una simpatía que no siento me está matando por dentro, pero no puedo hacer otra cosa. Intento que crean que soy tímida alrededor de él para poder alejarme el máximo tiempo posible. Por las noches mi hermano y Pierce, que ha venido a pasar unos días, se escabullen a mi cuarto y juntos buscamos una manera de actuar que me pueda servir para escapar de esto. Cuando nos separamos, sin haber encontrado una solución, no puedo evitar pensar en ti. Pase lo que pase te amo y siempre seguiré haciéndolo. No lo dudes ni por un instante. Siempre tuya, Eleanor *** Clywd, Gales, 12 de julio de 1861 Estimada Eleanor: Ojalá pudiera estar a tu lado ahora mismo, pero sé que no sería lo más sensato. Tenerme allí sería un problema más que una ayuda, y no quiero eso. Pese a todo no puedo evitar querer estar contigo y abrazarte. Ayudarte a buscar una salida. No sé cómo actuar, pero no te preocupes, buscaré una manera para que el compromiso no salga adelante. Sabes que haría cualquier cosa por tu felicidad, ¿verdad? Pase lo que pase no dejes de escribirme, por favor. Quiero ser tu apoyo y estar contigo. Avísame cuando Gabriel se marche, me gustaría ir a pasar unos días contigo para que ambas podamos alejar los intentos de casamiento de nuestras mentes, aunque sea por unos instantes. Sé que es duro, pero intenta aguantar un poco más. Antes de que te des cuenta todo esto habrá acabado y volveremos a estar juntas y tranquilas. No olvides ni por un instante que te amo más que a nada en el mundo. Con cariño, Lottie *** Clywd, Gales, 24 de julio de 1861 Querida Lottie: Estoy condenada. Mis padres acaban de cerrar el acuerdo de mi compromiso. La boda se celebrará de aquí a menos de dos meses. Mi madre ya ha empezado a organizarlo todo. Voy a tener que casarme con alguien a quien no amo por culpa de esta sociedad y ni siquiera tengo fuerzas para luchar. Ojalá pudiéramos huir a un lugar donde fuéramos libres, donde pudiéramos estar juntas. Nada me haría más feliz que pasar el resto de mi vida a tu lado… Creo que pronto llegará a tu casa la invitación a la boda. Te escribo para que no te sorprenda cuando llegue. Espero que podamos vernos a solas una vez más antes de la ceremonia, porque ahora más que nunca necesito perderme en tu abrazo. No hay ni un día en que no piense en ti, y eso no cambiará nunca. Siempre tuya, Eleanor *** Clywd, Gales, 31 de julio de 1861 Estimada Eleanor: Huyamos. Vayámonos a un lugar en el que no nos puedan encontrar. En cuanto acabe de escribir esta carta prepararé una bolsa con lo necesario para empezar una nueva vida. No será fácil, pero al menos podremos estar juntas. Jane ha prometido ayudarme. Pese a que lloró cuando se lo conté sabe que es la única opción que tenemos de ser felices. Estoy segura de que si se lo explicas a Matthew también lo entenderá. No contestes a esta carta. Te espero el día 3 de agosto en el puente de las afueras de la ciudad. Si decides huir conmigo, podemos escoger nuestro destino cuando estemos juntas. Hagas lo que hagas recuerda que no estás sola. Que te quiero y estoy contigo. Con cariño, Lottie *** Clywd, Gales, 1 de septiembre de 1861 Estimado Matthew: Hace ya un mes que Lottie y Eleanor se marcharon, pero sigo extrañando a mi hermana como el primer día. Pese a ello sé que era necesario, no había otra manera… Recibí una carta suya hace unos días, supongo que también te escribieron a ti. Quemé la carta porque no quería que mis padres la encontraran, pero en ella me decían que de momento todo les va bien. Cada día rezo por su seguridad. Todavía no se ha calmado en casa el revuelo que causó su huida, ya que cuando se supo que tu hermana también se había marchado empezaron las habladurías y todo fue peor. Pese a lo evidente de la relación que ambas mantenían la gente cree que si marcharon juntas fue por conveniencia y no por amor. Las malas lenguas hablan hasta de cosas como embarazos fuera de relaciones maritales. Que ninguna de las dos estuviera casada todavía les da más fuerza a estos rumores, pues al pueblo le encantan este tipo de escándalos. ¡Se dice incluso que fue una coincidencia! No me puedo creer que la gente sea tan ciega… Que no sepan ver lo mucho que nuestras hermanas se aman… He oído que te han llegado propuestas para que te cases, pero que las has rechazado. Espero que esto no os suponga un problema a Pierce y a ti. Sabéis que tenéis mi apoyo, ¿verdad? Si necesitáis ayuda no dudéis en decírmelo. Estoy deseando poder encontrarme con vosotros. Me ayuda más de lo que imagináis. Además, sois los únicos que sabéis la verdad y me comprendéis. Espero poder haceros una visita pronto. Saludos afectuosos, Jane Cartas de Gales