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Lluvia Beltrán es la autora de Las insurrectas: cicatrices, una distopía que presenta un futuro no muy lejano caracterizado por la involución de la sociedad, con una terrible pérdida de derechos sociales, sobre todo para las mujeres.

Los personajes deben provocarte

La construcción de personajes es una cuestión muy personal que a la vez requiere de cierta técnica. Si quieres emplearla, claro. Es personal porque creo que cada autor tiene que encontrar su propia forma de crear y perfilar los personajes de su historia, o de no crearlos, es decir: dejar que vayan desarrollándose a lo largo del libro como a ellos les dé la gana. Pero incluso eso requiere de técnica, ya que si no corres el riesgo de tener personajes un tanto superficiales, demasiado intensos o muy poco creíbles, algo que hay que evitar a toda costa.

Cuidado con los tópicos

En internet puedes encontrar muchos consejos para poder crear con coherencia a quienes van a aparecer en tu libro, sean personajes principales, secundarios o anecdóticos. Incluso hay talleres o cursos que te pueden asesorar y formar de manera más específica, ya que profundizan mucho en la técnica. Técnica que, por cierto, no es única ni universal, pero que ayuda mucho.

Y es que crear los personajes de una historia parece una tarea sencilla, pero en realidad es de las partes más complicadas a la hora de escribir, sobre todo cuando hablamos de una novela. ¿Por qué? Pues porque es necesario que se trate de perfiles creíbles, coherentes y con los que los lectores empaticen, a ser posible, y eso no siempre es fácil de conseguir. Sinceramente, lo de empatizar es un tema aparte, así que dejémoslo en que sean creíbles y coherentes. ¡Ah!, y que no caigan en tópicos, que esto echa mucho para atrás.

Si tus personajes son muy prototípicos, lo más probable es que la historia desluzca y los lectores la dejen a medias, con la sensación de que “es más de lo mismo”. En ese sentido, aunque es muy difícil esquivar todos los tópicos y muy fácil caer en al menos alguno, hay que intentar ser más original, y eso se consigue trabajando la personalidad y el contexto de los personajes, más aún de los principales.

¿Cómo lo hago yo para crear mis personajes?

Si te soy sincera, depende de la historia. Y ya te adelanto que no sigo ninguna técnica en concreto, de hecho soy más escritora brújula que mapa. Llevar tantos años escribiendo a mi aire me ha hecho interiorizar una serie de hábitos y manías que por más que lo he intentado no he conseguido cambiar. Además, entre tú y yo, cuando a veces he probado a poner en práctica algunas técnicas tanto para crear la historia como para desarrollarla, me he bloqueado. Esto no quiere decir que las técnicas no funcionen, es solo que lo que sirve para unos puede que no lo haga para otros.

Abogo por que cada escritor encuentre su propio método al igual que lo hace con su estilo, a base de “prueba y error”. En mi caso, la forma como trabajo los personajes en cada novela sigue una línea que no es siempre igual, porque depende de lo que me pida la trama y de por dónde me lleven algunos de ellos.

Por ejemplo, en el caso de Las insurrectas: cicatrices el personaje que más trabajé y de una forma un poco diferente al resto fue el de Ivy, porque es el más complejo de la historia. Si bien es cierto que tengo a Ivy en la cabeza desde hace muchos años, y eso me ha ayudado a la hora de conocerla mejor, la forma como la imaginé al principio difiere bastante de como la proyecto en la novela, ya que al desarrollar la trama su personalidad evolucionó de una forma un tanto diferente. La esencia estaba ahí y la he mantenido intacta, solo es que me di cuenta de que su forma de actuar no era coherente y, lo que era peor, dejé de empatizar con ella. Además, quería que quien leyera la novela sintiera una serie de contradicciones que le generaran preguntas: Quién es en realidad Ivy, por qué actúa así, cuál es el motivo de su introversión… Pero además de ese halo de misterio quería que siguiera siendo un personaje imperfecto, que se equivocara, porque creo que eso le hace ser más humana. Y, además, me gusta remover los sentimientos de los lectores a través de los altibajos y conflictos internos de las protagonistas.

Por supuesto, toda esta intencionalidad no solo quise transmitirla a través de Ivy, sino también con los personajes que la rodean. Y quién mejor que alguien como Kora para sacar a la luz la parte más vulnerable de Ivy.

 

 

Provocar emociones en el lector

Mi forma de trabajar cada personalidad en Las insurrectas: cicatrices fue diferente a otras veces, porque quería generar diversos planteamientos e incluso incomodar en algún momento al lector. Siempre me ha gustado hacerlo, de hecho, y aunque no suelo crear personajes demasiado polémicos, esta vez decidí arriesgar un poco más. 

La forma de pensar y actuar de Ivy y Joanne, tanto como víctimas de unas experiencias traumáticas como por su papel de líderes de un grupo de mujeres que huyen de unas leyes opresoras, tenía que ser más radical porque no quería provocar compasión en el lector. Mi intención fue que en ocasiones te puedas poner en su lugar y que en otras estés en completo desacuerdo con ellas, o que incluso te irriten. Para mí eso las dota de realismo y humanidad.       

Por contra, la forma como decidí que se pudiera empatizar con Kora fue a través de la inocencia y la intencionalidad. Alguien sin traumas que la oscurecieran, abierta a integrarse en el hogar de las insurrectas y dispuesta a romper la coraza de Ivy. El contrapunto a esta y a Joanne. 

Para el resto de personajes me planteé que mostraran opiniones diversas y personalidades variopintas para contrarrestar los debates que pudieran generar las protagonistas.

Como se suele decir, una de cal y otra de arena.

Me inspiro en lo que veo, escucho y leo

Me gusta fijarme en la gente que me rodea, o en la que veo en la tele. Me gusta escuchar las historias que me cuentan y sus inquietudes, leer noticias reales y artículos de opinión. Aparte, cómo no, leo ficción y trato de diseccionar a los personajes que más me llaman la atención. Todo ello es una amalgama que me inspira a la hora de perfilar las personalidades y la trayectoria de quienes protagonizarán mis libros. Unos protagonistas que, espero, den que pensar y te remuevan por dentro.

Porque a mí me gusta que los libros me remuevan, ¿y a ti?

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