Cazar el caos
Capítulo 7 – Tormenta de fuegos artificiales
Nueva York. 20 de febrero, 2019 —¡Vamos, chicas! —gritó antes de tocar el silbato—. ¡Están telegrafiando sus pases! ¡Morgan, aguanta la presión! ¡Retrocedan, retrocedan! Las chicas resoplaban y se quejaban cuando una jugada se daba por perdida por el simple hecho de que estuviesen paradas donde no les correspondía. Becca y Stui eran las únicas que respetaban sus marcas como si sus pies leyeran el suelo, y se pasaban el balón casi sin verse, anticipando los movimientos de la otra. —¿Ustedes se comunican por telepatía o qué? —les preguntó Morgan Whitcomb cuando estaban en las duchas, desnudas de pies a cabeza como decenas de veces antes—. Me hace falta ese poder para que el tarado de mi novio se entere de todo lo que se me antoja hacer. —Pero si estamos bastante informadas sobre lo que se te antoja hacer —repuso Stui con malicia y las risas no se hicieron esperar—. Sabes, Morgan, no necesitas telepatía para conseguir lo que quieres. —¿Ah, no? —¡No! Prueba a cambiar de acera y resuelves tu problema. —Le guiñó el ojo—. A una mujer no necesitarás darle tantas instrucciones… —¿Aún? ¿Me estás dando esperanzas? —Olvidas un pequeño detalle —Becca alzó la voz mientras se enjabonaba—. Tengo novia y hoy cumplimos nueve años. —Ah, sí, la novia misteriosa —apuntó Alysha Howard. —Y debemos respetar eso, chicas —manifestó Stui en tono serio—, porque nueve años le ganan a los tres que lleva conmigo. Ser la segunda novia no es tan ventajoso como parece. Todas se echaron a reír. —Exactamente. Becca se abstuvo de proveer luz sobre ese asunto y Morgan comenzó a quejarse de la poca creatividad que tenía su novio en la cama y en la vida en general. Más tarde, mientras salían del complejo deportivo, Stui se acercó a Becca y le pasó el brazo por detrás de los hombros. —¿Estás segura de tus planes para esta noche? —le preguntó por enésima vez y por enésima vez Becca asintió. Fue casi mecánico. —Sabes que quería hacerlo en Navidad —le recordó. Soportó con el mejor talante las cancelaciones de citas, las llegadas tarde, las noches solitarias y los silencios, porque Isa también pasaba por ello cuando los entrenamientos de la basquetbolista se tornaban arduos al final de la temporada. Pero lo que le costaba sobrellevar era la distancia emocional que notaba en su novia, la falta de detalles, mensajes, llamadas, las atenciones que antes Isabelle tenía por más ocupada que estuviese. —Presiento que estás a punto de cometer un grave error —continuó diciendo Stui e hizo eco de los pensamientos más oscuros de su amiga—. Si quieres dar el siguiente paso en tu relación lo lógico sería mudarte con ella, no pedirle matrimonio. —No estás siendo una buena dama de honor —gruñó Becca. —Eres idiota. Stui se carcajeó, pero de inmediato retornó a su gesto grave. —Me preocupas. Llevas nueve años en una relación con alguien que prefiere vivir sola que contigo. —Isabelle le da una gran importancia a su espacio personal… —¿Entonces se casarán y vivirán en departamentos separados? —Alquilaremos un departamento en Manhattan que se adapte a las necesidades de cada una. —Pero es así. —Hasta ese momento, Becca no había encontrado mejor forma de referirse a lo que crecía en ella desde el funeral de Olga Barozzi—. Sospecho algo y si quiero que Isabelle se convierta en mi esposa, necesito saber cómo de grave es. Probablemente esté siendo drástica, pero siento que todos estos años he contribuido a que Isa se quede en su zona de confort. Tengo que sacarla de ella. Si nuestra relación está preparada para el siguiente nivel… —Tomó una gran bocanada de aire— lo que planeo saldrá bien. Si no… —¿Si no? —Pues deberías, porque hay una probabilidad de que ocurra, ¿verdad? —La hay. —Pero ya dime de qué se trata. —No puedo. —¿En serio me dejarás con la duda? Yo creo que no. —Stui le hizo una llave y mientras ella intentaba zafarse le exigió que lo confesara todo. Al final, Becca logró deshacerse del agarre y Stui salió disparada en dirección al estacionamiento escapando de cualquier conato de venganza. Cuando ambas se calmaron, Becca dijo: —Confía en mí. —Siempre lo hago —repuso Stui—. Eso fue lo que nos llevó a ganar el campeonato. En la que no confío es en Isabelle. No sé si la sospecha que tengo sea igual a la tuya. —¿Y cuál es la tuya? Stui hizo una mueca. Becca mantuvo los labios apretados. Nunca había compartido con nadie todas las rarezas de Isa, le parecía desleal, pero Stui no era una tonta. —Siempre estaré aquí para ti. Lo sabes, ¿no? —aseguró—. Si necesitas consuelo, mis dedos están a la orden… Le despeinó el cabello y Savard la apartó riendo. Ambas se despidieron y subieron a sus respectivos autos. *** Becca insistió en vendarle los ojos a Isabelle y ella aceptó, aunque eso no evitó que siguiera haciendo preguntas entusiastas sobre a dónde se estaban dirigiendo. A la basquetbolista le encantaba demostrar su cariño ideando sorpresas fantásticas para la gente que amaba. Desde niña lo hacía, la señora Savard podía dar fe de ello. El primer Día de la Madre del que Becca tenía conciencia, insistió en darle a la suya algo más que el típico portarretrato de macarrones. La profesora accedió, porque de todas formas la pequeña Becky se estaba almorzando el material de trabajo. Fue así que llegó a casa con un intrincado cuadro donde había pegado una cartulina sobre otra, todas de distintos tamaños, de modo que bajo ellas su madre hallase la estrofa de un poema. Olivia Savard aún conservaba el regalo y siempre sonreía al verlo. Pero los grandes detalles llegaban con las fechas importantes. En el primer aniversario como pareja, Becca había hecho un par de averiguaciones, ayudada por las profesoras de la universidad, y luego sorprendió a su novia con un viaje a Toronto. Ella pensó que harían turismo, pero Becca la llevó directo a una zona residencial, paró frente a una casa y le soltó sin más que allí vivía Margaret Atwood. Isa se quedó boquiabierta. No lo creyó aunque Becca insistiera. Ambas bajaron del coche y observaron la casa sin atreverse a tocar el timbre. Entonces salió una mujer y con mucha amabilidad les preguntó si se encontraban perdidas. Era Atwood en persona. Isabelle casi se desmaya. —¿Sabes lo que esto significa? —le preguntó a Becca. —¿Que Atwood es la mujer más amable sobre el planeta? —Aparte de eso. —No lo sé. —No te preocupes por eso. —Becca la tomó por las mejillas y sonrió—. Cada año estaré preparada. Y hasta entonces había cumplido con su palabra. Mientras Becca conducía e Isa le hacía preguntas sobre la sorpresa de ese año, la basquetbolista estaba segura de que aquel día podían ocurrir dos cosas opuestas: o llegaría a la cima de lo épico con respecto a las sorpresas o lo arruinaría para siempre. Y por alguna razón extraña, no estaba segura de cuál de los dos resultados quería obtener. Dejó el coche en el estacionamiento y ayudó a su novia a bajar. La guio hasta que estuvieron frente a la entrada del lugar y le desató la venda. —¡Tarán! —dijo, recabando el mayor entusiasmo que le fue posible. Isabelle pestañó y, como era de esperarse, reconoció de inmediato el Madison Square Garden. Arrugó el entrecejo y murmuró: —No entiendo… Becca la llevó más cerca de la entrada para que pudiera observar el cartel que anunciaba el concierto. El entusiasmo de Isabelle decayó del todo. —Sigo pensando que me he perdido de algo —murmuró. —Sé que no es de tus bandas favoritas… —Odio a THE M.A.R.P… —Estoy segura de que eso no va a pasar. —Por favor, ¿podrías darles una última oportunidad? —pidió Becca—. Te prometo que si después de esto no te gustan, dejaré de insistir sobre el tema para siempre. Ni siquiera escucharé su música cuando estés presente. —¿Hablas en serio? —Voy muy en serio respecto a esto. —Becca no mentía del todo. —¿Tantas ganas tienes de que me agraden? —Por favor, cariño, esta es la última vez que te insisto sobre este tema. Si después no te agradan, te dejaré en paz. Isa la miró unos instantes con aquellos ojos dorados que arrasaban con todo a su paso, pero suspiró y accedió. *** Becca había asistido a varios conciertos de THE M.A.R.P. —sola o con las amigas que compartían su afición por el grupo—, y nunca, en todos esos años, había visto una puesta en escena tan fabulosa como la que tenía enfrente. Habían levantado un castillo con todas las de la ley: torres, murallas, un foso por donde corría agua y hasta un puente levadizo que subía y bajaba desde el suelo según Emma se acercara o no al público. En medio de aquella estructura, sin embargo, como si un rayo hubiese partido la piedra, había una cueva oscura. Cada vez que las integrantes del grupo salían de ella, una ráfaga de hojas otoñales también lo hacía. Las letras de las canciones se proyectaban sobre las murallas y parecía que habían ideado el pozo como medida de protección contra las fans que a cada instante trataban de llegar al grupo. Un cordón de seguridad mantenía vigilado el perímetro. Vestían armaduras con la pinta de ser medievales, pero que no les restringían la movilidad. Becca e Isa miraban el concierto desde la primera fila. Becca comenzaba a arrepentirse del plan y estaba sopesando la idea de cancelarlo e ir al restaurante preferido de su novia en Manhattan. Sin embargo, la manera en como Isa reaccionaba cada vez que Emma Lerroux se acercaba por el puente levadizo, la detenía de hacerlo. Tenía que saber, no podía continuar sin saber… —Voy a los servicios —anunció Isa y Becca solo pudo aconsejarle que no tardase demasiado. Sacó su teléfono para corroborar la hora y calcular lo que faltaba del concierto y se puso nerviosa porque restaban veinte minutos antes de la «gran sorpresa». Notó que Stui le había escrito. Stui [21:32 P.M.]
¿Cómo va todo? ¡La gente está tuiteando que es el mejor concierto de la banda! Becca [22:04 P.M.]
Stui respondió de inmediato, seguramente estaba ansiosa por saber cómo iban las cosas. Stui [22:07 P.M.]
Cuando te arrodilles frente a ella se va a impresionar. Becca [22:07 P.M.]
Esperemos que no huya de la impresión… Stui [22:08 P.M.]
No temas. Mis dedos estarán aquí para consolarte. Becca [22:08 P.M.]
Idiota. Becca sonrío, pero su gesto de preocupación volvió casi de inmediato. Isa demoraba en regresar y comenzó a preguntarse si lo haría. Tal vez había odiado tanto el concierto que decidió esperarla fuera del Madison. Sin embargo, contra todo pronóstico, regresó. Incluso fabricó una sonrisa de circunstancias como diciendo: «Aquí me tienes, sigo esforzándome para que esto me guste». Eso removió cosas dentro de Becca y decidió no seguir. Tomó a Isa de la mano y le dijo que ya era momento de marcharse, que había sido suficiente y que lo lamentaba. Entonces escuchó: Un haz de luz cayó sobre Becca e Isabelle. —¿Qué sucede? —dijo esta última con aprensión. Sobre el escenario las proyecciones asemejaban fuegos artificiales tan grandiosos que la multitud no se decidía entre mirarlos u observar lo que estaba por pasar en las pantallas gigantes. Becca apenas reparó en ellos. La actitud de Isabelle captaba toda su atención: se había quedado paralizada ante una Emma Lerroux que estaba por alcanzarlas. Subieron. La basquetbolista ignoró la sensación de estar escalando a la horca. El estadio se mantenía a la expectativa y comprendió que era tarde para arrepentirse. Tal vez nunca había sido una opción. En momentos de profunda desesperación, basamos nuestras decisiones en argumentos que suenan lógicos, y la obsesión por conocer u olvidar el asunto del pasado de Isa había conducido a Becca hacia ese callejón sin salida. El estadio entero ahogó un grito y los fuegos artificiales dejaron de estallar.
Lástima, querida
Mínimo lo más épico será conocer que siento Yza después de ese besote
Stui, me caes bien, mujer
AAAAHHHHH
Uy. Si, por favor
emma cagaste… valiste… pobre emma… y pobre becca… y pobre yza…
Jajaj seee,es un don 😎
Y Stui me cae cada vez mejor
Jajajaja. Pensé que Jai estaba en Venezuela 😂😂
ay no… el principe feliz no…
Ayyyy,esto lo escribió el fandom o q onda? 🤔
Tengo el presentimiento de que vamos a ver cómo le aplastan el corazón a Emma.
Tengo ese presentimiento
AAAAAAAAAAAAA, NO ME LO CREO.
No lo hagas, Becca
lo que vas a conseguir es que a yza le de un infarto
👀👀👀👀
Bueno,ya tiene a su segunda novia 👀,ah
Y dios ,9 años.. cada vez más tiempo
Ni yo tampoco…*cara de preocupación*
Pero Becca jajsj. Pobre Isa
Mmm,problemas en el paraíso?👀
Espero q Isa este x lo menos intentando saber d q es la llave qué dieron.👀
Premio de consolación para Beca bien! Porque Yza es de Emma, de acuerdo? De a cuerdo!
De acuerdod….ya en tendi….ahora repira no te alteres…te ba suvir la precion y no queromo eso….😂😂
emma: jaja qie linda pareja… oye te pareces demasiado a mi prima/exnovia
yza: 🤚🏼👍🏻🏃🏻♀️
Si…como que tiene asta lo mismo color de ojos
Jajajajajaja
Creo.. que deberías
Jajajaj,esto es importante saberlo 👀.
Y ayy Becca 🥺🥺🥺🥺
Mejor cásate conmigo, Becca
Ya te va a llegar :3
AAAAAAAAAAA emma lerroux que hiciste?,!?! acabas de meter a yza en un buen problema…. parece que alguien va a dornir en el sofá…
Dios……kkkkkkkkkkkkkk ahora si me muero…😱😱😱😱
Chale 9 años, como puedes tener nueve años y no saber prácticamente nada!
Todos lo notan. Amiga date cuenta
Espera…lo hace x alguna sospecha 🤔 👀
Y dios,suena terrible xq Yza odia las 2 cosas
🥺🥺🥺
Ay Becca,te estás metiendo en la boca del lobo 😞🤦🤦🤦
Bueno no están malo que así sea ^^
Nooooo!! Perfecta para cualquiera menos para Yza 🤭🤭
Lo llegue a pensar pero no creí que Stef pudiera ser tan cruel con nosotras 🥺🥺🥺🥺
Uan no lo puedo creer…estoy shock
Hasta Stui lo ve 🤦🤦🤦🤦
Neta me lo juras?
O sea ves perfectamente como el barco se hunde y tú brillante idea es… Eso?
Yo si quiero pensar en eso ahora 🙊🙊🙊🙊
Bien ahí!
9 años, 9 año que se Irán en bajada muy pronto
Aveces somos tan insensibles XD
Si es 😳😳😳
Ayyy ,es un amor Becca 🥺🥺❤️
Omg!!!!!
Imagínate conocerla 🙊😱😱😱🙊
Este capítulo me dejó así: 🤯
Yo estaba a punto de caerme de la cama….esk no lo creo….
Queeee? Está planeando ‘desenmascarar’ a Yza o algo así?
Yo creo que lo que intentaba era que Yza se enfrentara a un parte de su pasado.
Creo que Becca relaciono en el funeral que conocía a Emma y que fue parte de su pasado pero quizá no se imaginó lo importante que era la Marquesa 🤭🤭🤭
Ay q exigente Yza 🙄
Ay, Señor…
Creo k el señor esta en shock…ya k el tanpoco esperaba eso…stef es k te pasa…compasion chica
Ayy no 🤦🤦🤦🤦
Me estoy hiperventilando ya
Ay jesusss 😰😰😰
Lo bueno es que es consiente 😕
Y si, tienes razón, una cosa es ser considerada con su privacidad y otra es ser descuidada con tu pareja.
Isa 🙁
Ayyy q incomodooo! 🙈🙈🙈🙈
Encima primera fila!! Me muero!!!
K suerte la sulla…
Un elefante blanco y parlanchín en la habitación!
Que miedoooo, y que emoción
Quisiera que supiera la verdad, pero a la vez no =/ Va a sufrir mucho