
Juana de Sastre
Docente
Absurda existencial nacida en los ochenta a la que le gustaría dormir unas doce horas al día, pero no puede porque tampoco tiene tanto sueño. Estudió Filosofía porque le habían dicho que así fumaría muchos porros, pero luego resultó no ser verdad en absoluto. Sobre todo, los echó en falta cuando trabajó de profe durante once años y casi acaba loca perdida. Afortunadamente, la despidieron (por lesbiana, lo más probable, aunque la versión oficial es que la nueva ley de enseñanza redujo las horas de su asignatura) y ahora se dedica a trabajar lo menos posible y a ver pasar la vida, cuando su hija la deja.
Le gustan los bocatas y nunca ha bebido café. Ahora mismo está disponible si te apetece tener una crisis vital profunda.